Gracias...

Basta de quejas. El mundo, el mío al menos, no va a mejorar por si solo. Mi agenda esta copada, millones de expedientes se acumulan en mi escritorio, tengo que hacer dos tramites a la hora de almuerzo, y a las 19:00 hrs. prueba de derecho Penal. Pero si me quedo acá sentado esperando que todo se solucione, probablemente solo empeorara y el quejarme no va a hacer que las cosas salgan mas rápido. Mejor, tomo lo bueno que tengo y lo uso a mi favor.La mañana es hermosa en la ciudad, las campanas de la iglesia de San Lázaro repicaron cuando pase por su lado haciéndome vibrar de gusto e inyectándome energía con su metálico canto. Amaya volvió al trabajo después de 6 meses y me obsequio lindas corbatas. La Sta. Balart me trajo de regalo un bollo dulce relleno de crema pastelera, que en estos momentos acompaño con un también dulce café y para el almuerzo me invito una rica ensalada de fideos, plato que no pruebo desde niño, y que con el calor reinante en mi nuevamente soleado Santiago, me vendrá de maravillas. Además, desde una fotografía en la pared, una linda niñita sureña me sonríe.

Mi trabajo es bastante, pero esta al día y lo hago bien. Me falta un poco de estudio para la prueba, pero también tengo la facilidad de salir algo mas temprano de la oficina hoy y estudiar lo mas rápido que pueda en casa, pero lo mas importante, lo que me da mas animo y fuerza para seguir, es que noto en las personas que me rodean, no todas, pero si en las que me son realmente importantes, esa fuerza de afecto, preocupación, amistad y cariño que me hace tanto bien. Uno no puede caerle bien a todo el mundo, yo ciertamente no soy la excepción, pero he tenido la suerte de rodearme de buena gente. En un día como hoy, en que podría estar viniéndoseme el mundo encima a causa de mis tan variadas ocupaciones y preocupaciones, no dejo de dar gracias al cielo por lo que tengo. ¿Y tú? ¿Qué tienes que agradecer hoy?