Encrucijada


Las cosas no han salido para mi como yo esperaba últimamente, al exceso de trabajo, el cansancio de los estudios y una serie de situaciones familiares complejas, debo agregar que la vida en el departamento se esta complicando también poco a poco. Les explico, Edu y yo ni somos, ni fuimos y probablemente nunca seremos amigos, llegamos a vivir juntos, yo por necesidad, el por conveniencia y debido a que la convivencia era buena, el trato, que era un arreglo provisorio se prolongo por casi un año.

En principio, trate de forjar una amistad con el, por soledad un poco, por agradecimiento otro poco, (debo señalar que Edu me recibió en su casa como un favor al Sr. Arcos), pero por diferencia de caracteres, de formas de ver la vida y de crianza, esto no se dio. Aun recuerdo el día en que me di cuenta de ello, yo venia deshecho de casa del Sr. Arcos, después de que ambos nos habíamos mandado mutuamente al diablo, entro al departamento y Edu esta en la cocina, le digo: “Edu, se acabo. ¿Cómo me pudo hacer esto?” y el me respondió sonriente: “Welcome to Santiago”. Ahí lo entendí, yo no podía ser amigo de alguien que se burlaba de mi dolor.

Aun así, he aprendido mucho de el, y me ha servido de referencia y cable a tierra con sus puntos de vistas tan prácticos y racionales, no en vano el estudio química y yo filosofía, pero el tiempo ha pasado y aunque nunca nos hemos trenzado en discusión alguna, las gotitas de malestar están colmando mi vaso y quiero volar de ahí. Mi departamento me encanta, pero es momento de cambiar de aire, tanto por la etapa que yo estoy viviendo como por la que vive el mismo, que dicho sea de paso es maravillosa.

Hoy tengo que hablar con el, espero entienda y no se lo tome a mal. Por que la decisión de irme no fue tomada con afán de perjudicarlo a el, (en el sentido de perder un apoyo económico,) sino de beneficiarme yo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La Blanca Navidad llega…

Berta

“Orgasmo” o “Fragmento de una conversación picara”