"De marionetas y polillas"



Aunque quiero, aunque trato, aunque lucho, aun soy frágil, aun hay palabras que me alteran y me sacan de quicio. La broma mal dicha, la frase inoportuna, la burla maliciosa, logran herirme y hacerme crispar. ¿Mi reacción? Volverme furia, ira, rabia y huracán, arrasar a mi paso con todo… ¿Y para que? Si el problema al fin no son los otros, soy yo, y no es lo que dicen, tanto como lo que yo oigo, lo que interpreto a raíz de mis inseguridades…
Y me visto de dureza, de rudeza, de ironía y de sarcasmo. A los mas les gusta, les atrae como a la polilla el fuego, tentando a la suerte y asegurando que no se quemaran, cuando uno, titiritero hábil, ya sabe que hilos mover para atizar el fuego.
Y los envuelvo en colores y calores, los alivio, los sofoco, los torturo, los sano, por que siendo títere sin titiritero, para matar el aburrimiento, no me queda de otra que titiritear a los más débiles y siempre los hay.
Un minuto de silencio por los caídos, quemados y heridos, pero siempre fui claro y sobre aviso no hay engaño.


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