Mauro T.
A veces me pasa, sobre todo cuando hay poca gente, a esa hora en que recién empiezan a llegar los clientes, que, al dejar las cartas sobre la mesa o al tomar los pedidos, me parece ver que algún desconocido me mira de manera curiosamente familiar y me pregunto si será el y trato de ver algún signo que me diga “si soy yo, tenia curiosidad y te vine a conocer”, y espero en vano, mientras anoto en una hoja los tragos de los comensales, a que el desconocido me pregunte “Tu eres Mauricio ¿No?, yo soy Mauro T.”, pero eso nunca pasa y la noche avanza, el ritmo del trabajo me absorbe, el show termina, la barra se cierra y poco a poco las mesas se van quedando vacías. Entonces se van todos y nos vamos quedando solos los mismos de siempre, dándonos animo para tomar el tranco hacia la casa.
Y se me olvida y sigo cada día como si nada, hasta que de tanto en tanto me encuentro con un sencillo y amigable mensaje de el en mi blog y se renuevan en mi las ganas de invitarle ese café que nunca le he podido ofrecer y darle la oportunidad de conocerlo tanto como el me conoce a mi. Hay cosas que están destinadas a darse y otras que no. Quizás nunca se de la posibilidad, pero quien sabe, tal vez algún día yo gane un amigo o por lo menos él gane un café.
Y se me olvida y sigo cada día como si nada, hasta que de tanto en tanto me encuentro con un sencillo y amigable mensaje de el en mi blog y se renuevan en mi las ganas de invitarle ese café que nunca le he podido ofrecer y darle la oportunidad de conocerlo tanto como el me conoce a mi. Hay cosas que están destinadas a darse y otras que no. Quizás nunca se de la posibilidad, pero quien sabe, tal vez algún día yo gane un amigo o por lo menos él gane un café.
Comentarios
un abrazo,
Mauro t (supongo que soy el único mauro t q anda por acá
Un abrazo
pd. me he enamorado, pero estas lejos y distante y es poco lo que se de ti.