Sueño…


Ayer hace dos días que me dolía el cuello y me costaba girar la cabeza hacia mi izquierda; como ya era suficientemente molesto, desde el domingo no tengo a quien rendirle cuentas y simplemente no quería irme directo del trabajo a la casa, decidí ir a los baños turcos a darme un masaje. Nunca un masaje me había dolido tanto, según el masajista estabas yo todo contracturado, probablemente por mala postura en mi sedentario trabajo y tensión nerviosa.
El caso es que con el calor y el vapor el hombro mejoro, pero al darme la ultima ducha de agua fría y al salir a la calle, aunque aun hacían unos gratos 25° a eso de las 9 de la noche, el hombro volvió a doler.
Supermercado, colgar ropa, estirar cama y antes de dormir, dos relajantes musculares.
Consecuencia: hoy estoy hecho un zombi, ojeroso, cansado y con sueño, con el cuello aun inmóvil y lento para todo. Solo quiero llegar a mi casa, levitar por los tres pisos de escalera, por que a estas alturas mis pies no responden, abrir la ventana de par en par, para que entre aire fresco, desconectar relojes y celulares, hundirme en mi mullida cama, tapar mi cabeza con una almohada y no saber del mundo hasta mañana.
Descanso, sueño, dormir…retumban en mi cabeza esas palabras como promesa de paz y de cura a mis males, los físicos y los otros…

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