“Ser o no ser” o “¿Puede un tigre cambiar sus rayas?"


Hace algunos días decidí que mi vida acumulaba demasiado drama y que ya era momento de terminar con el y con las nubes grises, que no obstante ser pequeñas, consiguen sin remedio nublar mi animo, aunque sea por momentos.
Y lo intente, me propuse ser mas “Light”, tomarme todo mas a la ligera y nada tan a pecho, eso, hasta que hable con Héctor (cuyas palabras tienen en mi el efecto de un mazazo en la cabeza) y me hizo ver que mas allá de mis afanes de tomarme todo mas livianamente, uno (yo en este caso) es lo que es y no puede ser otra cosa, dando como argumento que no solo desde que él me conoce yo soy y me comporto igual, sino que además, desde que empecé este “diario”, por allá por el 2005, mis escritos reflejan una y otra vez la misma inquietud e inconformismo.
Al fin, tanta palabra hilada con tanta coherencia por mi querido amigo, me arrastro ante la realidad de afrontar que no solo soy de determinada manera, sino que cuando intento ser de otra forma mis conflictos se intensifican entre la lucha del deber ser, el querer ser y el poder ser.
¿Qué tiene de malo querer ir de vez en cuando a un lugar bonito, con gente bonita y ropa bonita? Preguntaba yo inocentemente buscando una justificación, solo para darme cuenta de que esas escapadas a realidades que no me pertenecen no me llenan por si mismas, sino por que en mi mente torcida puedo colorearla con los dramáticos tonos de la historia de Cinderella.
Seamos realistas, las luces me gustan, me encandilan, me entretienen, pero no me llenan y probablemente nunca lo harán, como mis libros añosos y mis películas viejas, y me guste o no, ese soy yo…

Comentarios

Entradas populares de este blog

La Blanca Navidad llega…

Berta

“Orgasmo” o “Fragmento de una conversación picara”