La Higuera

Anoche, parado en una esquina de Santa Filomena, mientras me atoraba con la primera de las tres vienesas italianas que termine comiéndome escuchando al Sigi al otro lado del teléfono, hablándome como el cree que nunca lo hace, pero como yo siempre lo escucho hablarme, mis ojos se vidriaron, por que aunque probablemente el Sigi nunca va a saber la dulzura tan onda que hizo nido en mi alma con sus palabras, anoche, gracias a el, puede sentirme nuevamente como la higuera cuando le cuenta al viento: “Hoy a mi me dijeron hermosa”…
"LA HIGUERA"
Juana de Ibarbourou
Porque es áspera y fea,
porque todas sus ramas son grises,
yo le tengo piedad a la higuera.
En mi quinta hay cien árboles bellos:
ciruelos redondos,
limoneros rectos
y naranjos de brotes lustrosos.
En las primaveras,
todos ellos se cubren de flores
en torno a la higuera.
Y la pobre parece tan triste
con sus gajos torcidos que nunca
de apretados capullos se visten...
Por eso,
cada vez que yo paso a su lado,
digo, procurando
hacer dulce y alegre mi acento:
-Es la higuera el más bello
de los árboles en el huerto.
Si ella escucha,
si comprende el idioma en que hablo,
¡qué dulzura tan honda hará nido
en su alma sensible de árbol!
Y tal vez a la noche,
cuando el viento abanique su copa,
embriagada de gozo, le cuente:
-Hoy a mi me dijeron hermosa.
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