Angustia.-
Hoy es un día vacío, un día de nada, un día en que el tiempo se ha detenido y ha posado sobre mi y cada uno de los actos, acciones y circunstancias que me envuelven, una tenue capa de fría escarcha. Por momentos salgo desde el fondo de mi y me miro desde afuera, sentado, escribiendo y esperando. Pese a los 30 grados de calor de mí, hoy por hoy, veraniego Santiago, el frío gélido del ambiente contagia a las personas a mí alrededor y los hace moverse como marionetas inexpresivas que me saludan con caras y manos de maniquíes; si hasta el reloj de pared parece haberse detenido. El estomago me da vueltas, la boca me saliva y mi sonrisa se congela en mi cara para disimular la preocupación… El tiempo no pasa, me siento, me observo, escribo y espero…