"Ojos de Cachorro"

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…Y así, luego de la bacanal, yo aun desnudo y el aun vestido, ambos tendidos sobre la cama y susurrando para no ser escuchados vivimos un momento de intima comprensión, en los que las palabras eran sonido y aire expulsados, pero carecían de sentido alguno, de significancia y significado, y a la penumbra de la vibrante y azulosa pantalla de un televisor, me vi reflejado en esos ojos de cachorro en los que antes nunca me vi con detenimiento demasiado ocupado en mi mismo.
Fue así como sentí que el velo del entendimiento se descorría a la vez que una oleada de sentimientos que creí dormidos acudían a mi cabeza mientras que un nudo amenazaba con formarse en mi garganta.
Entonces fue que lo entendí y por primera vez y de corazón le pedí perdón por mi ineptitud emocional y ese ciego egoísmo que no me dejo ver a tiempo cuanto me quería.
Luego de una sonrisa el se incorporo lentamente, saliendo primero de la habitación y luego del departamento mientras que yo otra vez enredado en las expectativas ajenas, cumplí mi rol con furia y rapidez a fin de alcanzarle.
Me vestí con velozmente, salí como una ráfaga, baje corriendo las escaleras y al final de ellas estaba el, con su sonrisa y sus mismos ojos de cachorro esperando.
Y nos fuimos calle abajo en una conversación sin palabras de sonrisas y miradas gracias a que mi petición de disculpa logro romper por fin el conjuro de su rencor.
Ya no éramos lo que alguna vez fuimos, nunca lo volveríamos a ser y a ninguno de los dos nos importaba volver a serlo, ahora éramos algo nuevo, mas solidó y firme que lo anterior, por que ya no habían expectativas rotas, promesas incumplidas, ni planes juntos en un porvenir que nunca vendría. Ahora era lo que siempre debió ser: su vida y la mía unidas en un abrazo a veces incestuoso, pero al fin y al cabo, fraternal.

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