"Samantha" o "Sex and the city"

Recuerdo que cuando fue el Boom de la serie “Sex and the city”, en el mundo gay todos se identificaban con algún personaje, o querían secretamente y no tanto, ser una de las 4 protagonistas.
A los más osados, a los mas "livianos de cascos", se les bautizaba como Samantha Jones, que era la que pasaba de cama en cama y de hombre en hombre con la vida más frívola, fascinante y divertida de las cuatro.
Los que andaban con “el vestido de novia en la cartera” o se hacían los cuchos se identificaban con la sofisticada Charlotte York.
Nadie nunca quería ser Miranda Hobbes, por ser la mas fea y la de vida mas aburrida del grupo, los colas siempre se pateaban ese titulo y terminaba absorbiéndolo el mas sin gracia de todos.
Carrie Bradshaw era la protagonista, era la cronista de la historia y la más “normal”. A mi me aburría un poco su indecisión existencialista constante, pero admiraba el humor con que se tomaba la vida.

Debo reconocer que en varios momentos me identificaron con alguno de esos personajes o yo mismo me identifique con alguna situación vivida por ellos, incluyendo a Stanford Blatch y a Mr. Big.
Seguramente a todos les ha ocurrido lo mismo. ¿Quién no ha sido alguna vez el ideal de hombre inalcanzable de alguien o el mejor amigo cola de esa mina guevia pero regia? ¿Quién no ha maraqueado alguna vez, en otra ha cortado las guinchas tratando de buscar pareja, se ha acostado solo viendo una película y comiendo helado por que por A, B, o C razón no tenemos vida social o piensa en voz alta, mientras camina por la calle, repasando sus dramas amorosos????
Pero el punto es otro, por que hoy me sentí Samantha por una situación muy particular que paso a narrar:
Hace casi un año me salio una espinillita, me la afeite y se infecto, y de ahí salio una verruga, me la afeite y se infecto y salio otra y otra y otra, aburrido de lo feas que se ven y con plata extra decidí ir a sacármelas. Tome una hora, hable con el medico y me dijo: “Ni un problema, saque hora nuevamente para dentro de unos días y las extirpamos con bisturí eléctrico, no hay sangrado ni dolor y en 20 minutos estaras libre”
Yo, ingenuamente, aproveche mi hora de colación y saque hora para hoy a las tres, imaginando lo bien que me vería teniendo mi cara normal otra vez al volver del almuerzo. ¡ERROR!
Estoy ahora, con la cara tapada con un parche que va desde mi cuello hasta mi labio, con un dolor punzante en cada ulcera que me causo el dichoso bisturí eléctrico, que si bien es rápido, casi indoloro y no hace sangrar, te deja costras que duran días…
Encima de todo, hoy me toca trabajar en el Friend`s y con lo fijadas que son las locas y el tamaño del condenado parche…
Bueno, ya que remedio, solo darle tiempo al tiempo, al menos tengo quemada solo una parte de mi cara y no toda, como cuando Samantha se hizo un “refrech” de 20 minutos el día del lanzamiento del libro de Carrie y tuvo que ir a la recepcion usando un velo.