No es perfecto, mas se acerca a lo que yo... simplemente soñé...


No soy mucho de manifestaciones de afecto en publico, sobretodo en lo que a relaciones de pareja se refiere, por un lado por que creo que uno debe demostrar sus cariños en privado y en cada pequeño gesto cotidiano y no con grandes ínfulas y a la vista de los demás, para que todos lo sepan, mientras que en la intimidad el objeto de nuestros desvelos no se da por enterado. Por otro lado, por que me ha tocado ver muchas veces a la, y me van a perdonar la expresión, típica pareja de colas, que se besan y cuelgan del cuello uno del otro, se juran amor y se babean la cara y a la semana siguiente los vuelvo a ver en la misma situación, pero con otro aludido y nuevamente mucho beso y amor eterno hasta el fin de semana siguiente, en que sus besos y amor eterno son para otro.
Sin embargo, y pese a mi desconfianza natural y pavoroso miedo al ridículo, me gustaría darme licencia para comentar y celebrar mis dos meses de pololeo.
Luis se cruzo en mi camino hace un par de meses. No pretendo entrar en los detalles de cómo lo conocí o como han sido cada minuto de este tiempo, ya los aburriré con eso mas adelante, pero si quisiera compartir la alegría de sentirme nuevamente en mi centro, esa sensación de que pese a que las lucas faltan, la salud se requiebra y el trabajo escasea todo va a salir bien y ese bienestar tibiecito en el pecho cuando cada noche, dormido, me doy vueltas en la cama y me encuentro con el.
Luis no es perfecto, pero francamente, sus defectos mas desagradables los soporto, los otros, para mi, forman parte de su encanto y mirándolo con detenimiento cada mañana, cuando apenas abre los ojos para decirme que me quiere, doy gracias a Dios por tenerlo a mi lado y haberme devuelto esa fe y esa esperanza que creí que se habían muerto.
Desde Ricardo y hasta hoy, creo que me conformaba con buenas compañías, con noches de tierno sexo y con crear lazos de mucho cariño esperando que duraran lo mas posible, pero hoy, después de años, por fin he vuelto a hacer el amor...
Tengo 30 años, ya he gueviado todo lo que tenia que gueviar, supongo que el también. Pese a mis tontos celos, tengo claro que su historia pasada no importa hoy y afortunada mente el piensa lo mismo, por que si de mis historias habláramos....
Yo quería un pololo, a cambio recibí amigos, sobrinos, cuñada, cuñado y suegra, que junto a los que yo ya traía conmigo, se han vuelto los míos, los suyos y los nuestros...
El nueve, si las cosas siguen su curso, nos vamos a Coquimbo y lo presento a mi familia.
Es el gran paso.
No tengo miedo de caer...



Comentarios

mauro ha dicho que…
te mando un abrazo.
Anónimo ha dicho que…
Asi sea!! Estoy feliz por ti! Es lindo volver a creer, volver a nacer, y encontrar en una persona las cosas q le devuelven sentido a tu vida!! Luis debe estar = de Feliz, pues de seguro sabe lo maravilloso q eres!!Un abrazo!!

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