Yo.-


Era tarde, el asado terminaba y Fernando estaba cansadísimo después de tantísima cueca.

_Mauro ¿Tu manejas?

_ ¿El Mauro? El Mauro no maneja ni su vida. Ja, ja, ja, ja.

Esa inocente broma de amigos encerraba una verdad única.

Mi vida es y siempre ha sido un desastre. Muchas cosas empezadas, ninguna terminada, todo un lío y desorden. Mi vida es como la cama al despertar un domingo en la mañana: enmarañada, desordenada, pero tan cómoda y calentita que no dan ganas de cambiarla por la caminata en el parque ni por el mejor de los panoramas.

Mis relaciones, sean de la índole que sean, parecen jamás terminar del todo, todo es cíclico y siempre vuelve, paso por periodos de extroversión, de introversión, de carrete desmedido, de mesura concienzuda, de promiscuidad, de castidad, de ansiedad, de apatía, de interés y desinterés, de amor y desamor… mis ex (amigas(os), pololas(os), amantes o lo que sean) suelen perderse y aparecer en mi vida como las olas en la orilla del mar. Jamás finiquito del todo las cosas, y siempre dejo una ventana abierta ¿Por qué? No se, la vida da tantas vueltas… hoy arriba, mañana abajo, nunca se sabe cuando necesitaras una mano amiga.

Creo que en lo único que he aprendido a llevar un orden es en mi trabajo, cosa que me costo, pero aun así me revelo contra el tedio y el aburrimiento llendo a la oficina del lado a romper la rutina, soltar la lengua y tomar un café. ¿Que voy a hacer? Soy así, y me gusta ser así, prefiero que mi vida se parezca a las pantuflas de levantar que me calzo al llegar cansado del trabajo y no a los zapatos nuevos que llevo a la fiesta y que a los quince minutos me hacen doler los pies.

Lo se: que no como sano, que bebo mucho y fumo en demasía, pero solo soy un bebedor y fumador social… Ahora, si soy “muy social” ¿Se me puede culpar?

A cada quien lo suyo, yo nací chicharra, supongo voy a morir cantando, el largo de mi vida no lo se, lo feliz o infeliz que llegue a ser tampoco, pero una cosa clara, la vivo consecuentemente conmigo mismo y tan intensamente como puedo.

Hoy lo hablábamos con una amiga (Pauli) que piensa igual que yo. Mejor vivir al filo de las emociones que sin emoción alguna.

Esta bien, tengo cosas que aprender, tengo que ser más previsor y precavido. Pero una pregunta ¿Cuál es la vida ¿La de hoy o la que voy a tener mañana?

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