Pasos
Esta mañana, cuando caminaba rumbo al metro, arrastrando los pies, con la cabeza gacha, lamentando mi mala suerte y tratando de sacarme del cuerpo las memorias de la noche que terminaba, con su sabor a despecho y anhelo, con su frío y soledad, recordé algo que me había prometido a mi mismo hace tanto tiempo que ya ni lo recordaba: No permitir que la percepción que tengo de mi mismo decaiga ni dependa de la aceptación o rechazo de otros hacía mi; por que esta bien, quizás esta ultima experiencia no se corono de victoria, tal vez este capitulo del cuento no concluyo en un “final feliz”, pero en la historia de mis correrías quedan aun muchas paginas por escribir y seguramente esto no ha sido mas que el preámbulo o preparación para lo que ha de venir. Si, fue un fracaso, pero un fracaso que no dependía de mi, un fracaso que se escapo de mis manos y deseos, simplemente por que me es imposible gobernar en las manos y deseos ajenos… Y al final de cuentas: ¿De que tendría que avergonzarme? ¿...