Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2010

Conversaciones.

Hace ya días Enrique, en medio de la charla, me ha soltado que yo no tengo corazón y  yo, desde el momento en que pude percibir la mueca que comprimió mi rostro, no he podido sacarme esas palabras de la cabeza y ahora “tu no tienes corazón, tu no tienes corazón” se repite una y otra vez con su cantaleta burlona en mi mente. Esa frase que yo mismo usaba con orgullo para definirme: “Yo no tengo corazón” ahora se ha vuelto en mi contra. Salte raudo en mi defensa con la misma broma trillada que he usado siempre: “Si tengo, lo que pasa es que no lo uso”, pero la broma esta vez no fue graciosa, las palabras me dejaron mal sabor y me arrepentí de haberlas dicho apenas salieron de mi boca. Enrique noto mi titubeo y al otro lado del teléfono me dijo: “lo que yo creo es que alguien te hizo sufrir mucho una vez y por eso eres así...” y yo solo podía pensar en que efectivamente sufrí mucho una vez y en que me jure que nunca volvería a sufrir así, pero ya no podía recordar quien me hizo el daño, po

Dones malditos

Claramente leer “Luna Nueva” en estos momentos no ha sido una muy buena idea de mi parte, mi facilidad para mezclar fantasía y realidad, mi sentir con el de los libros, esta haciendo de las suyas otra vez y cada vez que Bella describe el gran agujero que le escuece en el pecho por el vacío que siente, cada vez que se retuerce de dolor y que adolece sus bordes ulcerados haciéndole daño, yo, por mi lado, también siento ese mismo vacío ardoroso en el lugar en el que hasta hace poco sentía esa calidez tibiecita que me recordaba a un hogar. Ya no cocino, ni siquiera como a decir verdad, y hasta mis ganas de escribir han menguado, sin embargo alargo y demoro la lectura y me regodeo con los detalles morbosos del sufrimiento de Bella para avivar el mío en una sesión de sadomasoquismo con sabor a miel,  y es que después de tantos años sin sentir nada, es tan agradable sentir algo, aunque no sea mas que esa quemadura fría que amenaza con volverse costra, para nuevamente bloquear en mi alma cual

Luna Nueva (Libro Nuevo)

Es de noche y leo “Luna Nueva”, la consulta de un paciente ha sido lo único capaz de abstraerme de la lectura, justo cuando corría por un sendero oscuro que separaba la casa de Jacob de su garaje. Ha sido extraño, como despertar de un sueño o ser teletransportado. Solo me he dado cuenta de que estaba en medio del condado de Forks cuando me han traído vuelta a la realidad, pero aun ahora que escribo estas líneas el verde del musgo pegado a las rocas, los árboles frondosos de cortezas rugosas, la humedad espesa y la oscuridad me parecen mas reales que la luminosidad fluorescente de la sala de espera y la titilante pantalla del ordenador y es que cuando leo, todo lo que me rodea se diluye, e inclusive ahora, que he aprovechado la escasa gente presente y he conectado los audífonos de mi teléfono para escuchar música (y evitar la conversación de mis colegas), esta no es mas que un eco lejano cuando mucho, aunque esta vez, la experiencia de leer, ha sido sazonado por un ingrediente extra: Le

Agua.

En honor a la verdad, después de la llamada, tenia tantas cosas que decir que apenas termino la cena y regresamos mi hermana y yo al departamento, me abalance sobre el computador mientras ella, ajena al torbellino de mi cabeza, arreglaba la maleta para volver mañana a Coquimbo. Empecé a escribir, las palabras se trababan, no reflejaban mi sentir, borre, recomencé, otra vez el mismo atoro de letras e ideas en el teclado, hasta que lo entendí, lo cierto era que no había ya nada que decir, nada que no hubiese sabido o dicho antes. Hace unos días decidí operar una serie de cambios en mi vida a fin de comenzar a cosechar la siembra, a fin de empezar a disfrutar mi vida desde el hoy y no desde el mañana, y entre las acciones que decidí operar estaban las de recobrar amistades, cumplir promesas rotas, (la mayoría de ella hechas a mi mismo,) y alejarme de la gente que me hace mal. En algún bache pasado del camino también acuñe esa misma última norma con tanta convicción y rigidez que termine