Dones malditos



Claramente leer “Luna Nueva” en estos momentos no ha sido una muy buena idea de mi parte, mi facilidad para mezclar fantasía y realidad, mi sentir con el de los libros, esta haciendo de las suyas otra vez y cada vez que Bella describe el gran agujero que le escuece en el pecho por el vacío que siente, cada vez que se retuerce de dolor y que adolece sus bordes ulcerados haciéndole daño, yo, por mi lado, también siento ese mismo vacío ardoroso en el lugar en el que hasta hace poco sentía esa calidez tibiecita que me recordaba a un hogar.
Ya no cocino, ni siquiera como a decir verdad, y hasta mis ganas de escribir han menguado, sin embargo alargo y demoro la lectura y me regodeo con los detalles morbosos del sufrimiento de Bella para avivar el mío en una sesión de sadomasoquismo con sabor a miel,  y es que después de tantos años sin sentir nada, es tan agradable sentir algo, aunque no sea mas que esa quemadura fría que amenaza con volverse costra, para nuevamente bloquear en mi alma cualquier nuevo sentir.
Ficciono mis emociones a través de un libro, doy vida a letras muertas irrigando con mi sangre y vida a historias inertes; y es que como devorador de historias que soy, maquillo y retoco las mías para hacerlas mas llevaderas: ¿Por que sentir afecto si se puede sentir amor? ¿Para que sentir alegría si se puede sentir felicidad? ¿Para que estar triste si se puede ser desgraciado? Pero al fin, tengo mis bases bien cubiertas y no me permito sentir nada que no sea capaz de resistir, no, ya no, eso nunca más.
Tienes mala suerte en el amor me dicen algunos, mal ojo me excuso yo, pero solo al sacarme la mascara y hablar conmigo mismo frente a frente soy capaz de reconocer que lo que tengo es un ojo perfectamente entrenado, siempre listo para tomar lienzos en blanco y convertirlos en príncipes azules que me permiten soñar un momento con un futuro dorado y me hacen ver la vida en rosa, aunque en el fondo bien se que el porvenir es negro y lleno de nubes grises. Con esa paleta de colores: ¿Para que arriesgarme con la realidad?
Y sigo así, viviendo una vida de botellas de vino, libros y películas antiguas en blanco y negro o technicolor; después de todo, ya lo dijo Calderón de la Barca: “la vida es sueño, y los sueños, sueños son”.



Bonus Track: 
Monologo de Segismundo

(De: “La vida es sueño”)
Pedro Calderon de la Barca


Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

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