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Mostrando entradas de mayo, 2007

Tengo 30 años y ya no fui famoso a los 21, tu la lleva...

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CUMPLEAÑOS: Ayer, en un día de tibio gris otoñal, de hojas caídas de los árboles, de brisa fría santiaguina, de camas mullidas y lluvia intermitente, cumplí 30 años. El cumpleaños con menos expectativas del que tengo memoria en mucho tiempo, el menos festivo y en el que pese a estar rodeado de gente, me sentí mas solo. Estas fechas son siempre complicadas para mi, desde muy niño, y estoy hablando de alrededor de los 7 años, tengo el vivido recuerdo de esa melancolía cumpleañera que me acompaña los días previos y un par de días después, que siempre procuraba esconder tras una sonrisa y una expresión de sorpresa ante cada predecidle acontecimiento, solo por que eso era lo que se esperaba de un “cumpleañero” y por que no quería preocupar a mis padres que me bombardeaban de pregunta ante cada actitud mía que se salía del común de los niños de mi edad, y fue así, como año con año me resigne a comer la misma torta de piña, a recibir las mismas visitas y a anhelar la hora en que se iban p

La Maldición de Pamela:

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A Pamela la conocí hace mas de 12 años, cuando a la salida de los primeros días de clase en la U.D.A. Ingrid se enfrascaba en una calurosa discusión con una robusta y morena rancagüina que yo no conocía, pero a la que me acerque, ante lo tenso de la situación, haciendo gala de todo mi encanto y humor para calmar los ánimos, con el único fin de librar a Ingrid de un manotazo que fácilmente lo hubiese dejado K.O. Como el camino al centro era largo, no tuve más remedio que hacerme acompañar de ella y de su conversación el resto de la ruta, en la que poco a poco se fue despojando de su agresividad para volverse hasta divertida. Al fin, el trayecto se me hizo tan grato que comenzamos a repetirlo día con día y, por obra y gracia de ello, a conocernos mejor… Cuando mis conocidos ven a Pamela a mi lado, en los diferentes círculos que yo frecuento, miran extrañados por que la divisan fuera de contexto –estoy seguro que yo causo la misma impresión en los ambientes que son propios de ella-, ante

Tempestad...

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Estas ultimas dos semanas han sido surrealistas y casi me he visto a mi mismo dejándome llevar por los acontecimientos sin ninguna ingerencia en su desenlace, arrastrado por la ola de las circunstancias. En suma: Malas noticias, el reencuentro con los amigos, una borrachera de proporciones épicas, llamadas a media noche hechas por un servidor en las que hable mas de la cuenta con uno y herí los sentimientos del otro, según me dijeron, por que honestamente no recuerdo mucho. La negación, la aceptación, la conexión con lo mas oscuro y sórdido de mi persona, necesaria en todo caso para luego, por saturación, poder drenar y limpiarme, la visita de Pamela, la seguidilla de apariciones de personajes del pasado relevantes y no, una gripe que yo mismo me permití tener para, escusado en ella, poder librarme de mis compromisos y descansar. Han sido dos semanas en las que “yo y mis circunstancias” entramos a la licuadora y nos volvimos uno y al cabo me di cuenta de que si bien las cosas no son pe

"Magia" o "¡Si, si, creo en las hadas!"

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Hace unos días tuve un sueño, un sueño mágico y recurrente, soñé que estaba en un edificio viejo y que volaba, que podía levitar, y que al ser descubierto por un grupo de niños, mi misión se convertía en enseñarles a ellos a volar, era fundamental que sintieran paz y gozo, de lo contrario no podrían planear, y en eso se fue el sueño, en practicar y practicar el vuelo, hasta que poco a poco mis improvisados compañeros comenzaron a elevarse, pero la alegría de ese triunfo se vio opacada por un ser enorme que comenzó a perseguirnos, por lo que no nos quedo mas remedio que escabullirnos volando, saltando, corriendo y agachándonos por entre los pasillos y recovecos de la gran casona. Cuando estaba en eso sonó el teléfono y el sueño se desvaneció, ya era muy tarde para retomarlo, pero en el fondo tengo claro que ese ser, que tenia una connotación negativa, sin ser maligno, nunca nos alcanzo, por el espíritu y la alegría que experimentábamos al escaparnos de él y que convertía la aventura ca

"La despedida" o "Cerrando Circulos"

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Hace ya tiempo venia pensando que las cosas no podían seguir así, que había que ponerles un alto, que tenia que enfrentar la duda y mirar de frente eso que había evitado desde hace tanto. El sueño que tuve hace un tiempo me había aleonado y estaba dispuesto, luego de hacer algunas averiguaciones con Claudio respecto de la prudencia de arribar por allá de golpe y porrazo, a pararme frente a Ricardo y cerrar el circulo, ese circulo que no me permitía avanzar, que ha limitado todas mis relaciones pasadas, presentes y futuras y que ha dejado en mi huellas tan indelebles. Bueno, resulta que tal viaje no fue necesario, ya que el domingo, de la nada, Ricardo al otro lado del teléfono, me anunciaba que venia camino a Santiago con su mamá, que esta enferma, que tenia que hacerse unos exámenes y que se iva a quedar cerca de mi casa, ademas, me pregunta que como estoy de tiempo y que si me gustaría verlo. Ante eso yo respondo alegre y sin atisbo de duda con un si tan fuerte y seguro que de paso

La Higuera

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Hace mucho tiempo, sentado en mi pupitre de segundo o tercero básico, en una hora en la que no había nada que hacer, seguramente por que la tía Violeta había castigado nuevamente a todo el curso por algo en lo que yo no tenia nada que ver, abrí mi libro Santillana y comencé a recorrer paginas al azar, hasta que llegue a “ La Higuera”, de Juana de Ibarbourou, al leerlo una sensación extraña y familiar me recorrió y sentí que la higuera del poema reflejaba a mi ser todo en ese momento y que la niña, la hablante lírica, podía ser cualquiera de esas personas que delante de “la tia Blanca” se acercaban en la escuelita rural de “La Cantera”, y me llenaban de halagos vacíos solo por que yo era “El hijo de la profesora” y que después, estando yo sin mi mama al lado, me ignoraban sin mas ni mas, dejándome relegado a la soledad del fondo del patio hasta que llegaba el tío Pololo, el auxiliar de la escuela, que en ese tiempo debe haber tenido cerca de 65 años, que por cosas de azar, era tío de m