Registro Escrito.

Venir a mi casa es disfrutar de mi mas básica naturaleza, es encerrarme, comer a mi antojo todo el día, no afeitarme y acercarme al agua con distante recelo, dormir cada vez que mis ojos se cierran, sin preocuparme ni siquiera por el frío, ya que ante esa eventualidad, mi abuela corre con una colcha para arrojármela a los pies, y bromear con mis hermanos con ese sentido del humor tan negro e inteligentemente estupido que tantos problemas nos ha creado. Sin embargo debo reconocer que algo en mi esta cambiando, siento que me estoy desenraizando volviendo mas "santiaguino", tal visión me aterro en primera instancia, cuando me vi adelantando mi regreso de mañana en la mañana a esta noche, pero luego un consuelo tibio y melancólico se ocupo de tranquilizar mi hiperactiva cabeza, quizás es solo que extraño mi casa en Santiago, o mejor dicho, esa pieza de reducidos metros en los que me siento enteramente cómodo, en la que tengo mis discos, mis libros, mis películas y mi tele, esa pi

ACERCA DE LAS RELACIONES: -Hay cosas que uno no tiene por que saber si no se las dicen o se toman la molestia de enseñárselas, por ejemplo a mi nadie me dijo que yo no era responsable de lo que los demás sintieran por mi, que no tenia por que sentirme obligado a responder las atenciones que tenían las personas por mi sin que yo lo pidiera y que no tengo porque darle a la gente la oportunidad de conocerlas solo por que todo el mundo me dice que son “maravillosas personas”. Tengo 29 años y nadie me lo había dicho. Gracias al Sigi me saque un gran peso de encima. ­­-Venir a mi casa siempre es un descubrimiento, para muchos, en muchos lados, soy un pendejo huevon inmaduro, pero en mi casa soy el hijo mayor, el hermano mayor y el nieto regalón, soy una figura de autoridad y una fuente de respeto que es retribuido a mis padres, abuela y hermanos con afecto, respeto, lealtad y admiración, que son, al final, las únicas constantes en todas las relaciones que genero, sean estas de la índole que

Mientras le escribía a Jesús por el M.S.N. y le contaba lo cansado que estoy, lo único que podía pensar era que en realidad lo mío no era cansancio, sino mas bien agobio y desilusión, y que se debía en parte a el y a que desde que lo nuestro se había terminado, tenia menos confianza, entusiasmo y fe. Le dije que estaba cansado y que me quería ir de Santiago, y me di cuenta que en realidad estoy cayendo en un bajón, y así, sin mas no pude seguir hablando con el. A Jesús lo perdono, no le tengo rencor, pero aun me duele su frialdad y su falta de interés en mi, el dejarme solo y el no apoyarme como yo lo hice con el. El me dejo solo y me abandono después de que yo lo apoye incluso en contra de él mismo. Una lastima que Jesús resultara así. Tenia tanta fe en el… descansando¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ dice: hola po Mauricio dice: Hola descansando¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ dice: como has estado perdido Mauricio dice: Como estas descansando¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ dice: bien super y tu? Mauricio dice: si, igual de

Anoche conocí a alguien, Marcos dijo que se llamaba, y yo que me jactaba de frío y calculador, tuve que salir corriendo esta mañana ante la posibilidad de volver a creer. Me dijo que era especial, me hizo sentir bello, pero la experiencia me dice que entre más alto me eleve, mas duro será el golpe. Se le ocurrió pasarme a buscar esta noche, y aunque sé que es poco probable, algo dentro de mí desea que lo haga. Lo conozco hace horas y ya dependo de él, no me imagino lo que será de mí si me dejo llevar. Erick siempre dijo que estaba "cagado de la cabeza", quizá este psicólogo pueda dar su opinión especializada. Anoche fui el trofeo de una disputa entre hermanastros, espero no ser el que más pierde...

Un Condenado Te Amo.- Hace unos días vi una película en Cinemax. Un hombre, en un bar, en la noche, le contaba a una mujer que había conocido ahí, de su ya terminada relación con una ex novia (London) que se iba de la ciudad a la mañana siguiente a vivir a otra parte. En los recuerdos, se veían su amor, luego las peleas, las reconciliaciones y el tortuoso camino para llegar al quiebre. El tipo dolido, arrepentido y enamorado, termina de relatarle su truncado romance a esta mujer y ella solo atina a decirle “Ve a buscarla”; el sale corriendo, ya de madrugada camino al aeropuerto y encuentra a London, la detiene, comienza a pedirle que no se vaya, que aun pueden arreglar las cosas, que quizás con un poco mas de esfuerzo, pero London le dice que no hay ya nada que hacer, se da vuelta y camina directo al mesón para presentarle su pasaje a la asistente del aeropuerto. Desde atrás, el la mira y le dice: “Pero yo te amo”. Ella, mira a la asistente, “déme un segundo” le dice, se gira, avan