Registro Escrito.

A veces, a pito de nada, o por algún leve gatilleo producido, que se yo, por un gesto de algún extraño que reconozco, por alguna canción, frase o dicho, salta a mi memoria alguna imagen o recuerdo de alguien que paso por mis brazos, mi vida o simplemente mi cama y ahí pienso: "Que será de..."Me pregunto muchas cosas, ¿Como estará?, ¿Como se vera?, ¿Se acordara de mi?, Me recordara con cariño?, ¿Me habrá perdonado (si se da el caso)?, ¿Se arrepentirá (ídem paréntesis anterior)?, ¿Me querrá aun?...Y luego llego a la triste, pero única conclusión: NO. Seguramente esas personas no me recuerdan mas de lo que yo a ellas, casi por costumbre, mal habito o acto reflejo, casi como una reacción causa efecto (a tal estimulo, tal recuerdo). Seguramente, si fue alguien importante, recordara con cariño los días pasados, yo también lo hago, pero eso no implica en ningún modo que quiera revivirlos. ¿Y si fue un gran amor?, pues seguramente, como yo, los recuerdo con ternura, melancolía, pero

Abrí los ojos despacio, como si hubiera estado durmiendo años, la pesadez ya había desaparecido de mi cuerpo y con los pies tire las frazadas calidas hacia atrás, la temperatura era ideal, uno de esos días que anuncian la primavera en Santiago. Tome una tolla con la que me cubrí y camine despacio hacia la ducha, restregándome un poco el cuerpo para soltar la modorra.Cerré la puerta, abrí la ducha y me puse bajo la regadera con los ojos cerrados, sintiendo la tibieza del agua correr por la espalda. Sentí la suavidad del jabón acariciándome en mi mano y mi mano a su vez encontró que acariciar entre mis piernas. Suave y sutil comencé a jugar con mis redonceses privadas hasta que, contraídas, las deje de lado para concentrarme en tocar la parte de mi que mas placer me procura, endurecida ya por las sensaciones e imágenes que rondaban mi cabeza.De la suavidad y delicadeza, pase a la rapidez furiosa de la excitación que me producía contracciones cada vez que la tibia agua rozaba mi genitales

Hace tiempo quería hacerlo, darme el gusto, sentir el placer, pero por vergüenza y pudor nunca me atreví. Bueno, en realidad he hecho cosas diferentes pero parecidas, desde ese punto de vista siempre lo he hecho, pero siempre en soledad sin mostrar ni compartir con nadie lo que me traía entre manos. Generalmente buscaba un lugar solitario, donde sabia que nadie me iba a molestar, lo mas alejado posible de la ruidosa cocina, donde mi mamá lavaba platos con furia rezongona por que nadie le ayudaba y tenia que cargar con la casa y con su trabajo. Jamás cerca de la pieza de mi papá, que roncaba cada vez que se echaba su siesta de las cinco y me desconcentraba sin permitirme terminar con mi labor. Además, si se llegaba a despertar y me sorprendía en medio de eso, no hubiese soportado su posible burla ni el interrogatorio ("muéstrame lo que haces", "¿Desde cuando haces esto?", "¿Por que lo haces?").Solamente lo hacia en soledad, aunque debo admitir que alguna qu